miércoles, 7 de noviembre de 2012

Míralo

Este es un texto que escribí con veinte años. Lo rescato y lo comparto porque me gusta mucho y porque mis pensamientos no han cambiado. Hace poco un compañero del foro me comentó que era "pura poesía Grunge". Me hizo mucha gracia el comentario, pero estaba muy acertado. Era yo muy grunge!

Cuando mi amigo Marcos lo leyó (hace ya catorce añitos) se emocionó. Hoy se lo dedico a él.


A veces nos cuesta mucho decir las cosas, últimamente yo ni tan siquiera intento decirlas.

¿Sería alguien capaz de decirme que es lo que me pasa? Me gustaría poder ser yo misma la que respondiese esa pregunta.

A veces cuando voy caminando por la calle y veo a toda la gente, caminando como yo, buscando un motivo para vivir o siendo motivo de alguien para hacerlo, me pregunto cual es el mío, mi motivo. ¿Por qué vivo? ¿Qué me mueve a vivir?

Miro a los niños pequeños en la calle y sonrío. Observo como juegan, lo poco que les importa a ellos lo que pase. Veo como sonríen por lo más mínimo, veo como disfrutan, como lloran por que no tienen algo que quieren. Joder pequeños, no os imagináis lo que vais a llorar a lo largo de vuestra vida.

Es la existencia del hombre. Creo que realmente no disfrutamos de lo que tenemos o podemos tener, no disfrutamos de la vida y es muy corta. 

Camino por la calle en mi monótona vida. Camino y veo como el resto camina como yo; Ovejas que tienen marcada una vida y que ya no pueden escapar de ella. La necesidad de vivir. Respiramos de una forma inconsciente y ni siquiera nos damos cuenta de que lo hacemos. No nos paramos a pensar: “Mira, estoy respirando, ahora se llenan mis pulmones, …, ahora se vacían…”

No nos damos cuenta de lo que nos rodea, no nos damos cuenta de lo que vivimos, porque lo hacemos tan cotidiano y tan normal como la respiración. Vamos a conseguir que el resto de nuestras funciones pasen desapercibidas. ¿Has sentido alguna vez como latía tu corazón? ¿Lo sentiste alguna vez antes de convertirse en piedra? No vamos a tener sentimientos, se apagarán una noche, como se apagan al amanecer las farolas, como se apaga la música cuando suena la última canción del disco. Porque estamos tan habituados a explotarlos, a no pararnos a saber que coño sentimos, que llegará un momento en el que nadie sienta nada por nadie, todo será una farsa, toda será apariencia y mera satisfacción. Para qué, a la puta mierda, estamos dejando de vivir. NO perdamos esa cualidad, joder, no dejes de saber lo que sientes, no lo pierdas, sea odio, amistad, miedo o amor, no lo pierdas, sea lo que sea lo que eres capaz de sentir con tus sentimientos, no los de nadie más, nadie tiene porqué saber que los sientes, pero siéntelos porque si no, estás muerto…

Ni tan siquiera somos ya capaces de disfrutar de lo que nos rodea, míranos. ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a mirar el color de las nubes? Todos andamos mirándonos lo pies, con tanto miedo a tropezar que no vemos como nos chocamos con los que están delante nuestra. No tenemos en cuenta al que cortamos cuando nos paramos, asustados, en mitad del camino. Caminas sin ver que te rodea. ¿No te das cuenta de todo lo que te rodea? (¡¡ciego!!) Caminas mirando tus pies, mirando el reloj, mirando hacia la estación, con miedo de ver partir el tren y tu no estar dentro de él. ¡Vaya! que pena de me das.

Míralo, aunque te quemen lo ojos, míralo, aunque se llenen de lágrimas que arden como brasas, joder míralo por favor, despierta y mira esta noche al sol. Míralo porque quiero que sientas, igual que siento yo. Míralo porque te verás a ti mismo brillar cuando no te corresponde, porque verás, sentirás lo que es vivir. Yo, que seguí mi consejo, me quedé ciega al resto de la gente, ciega para no ver lo que me hace daño, ciega para no ver lo que me hace feliz. Ciega porque miré durante mucho tiempo a esa luz, muerta de sed y de hambre, muerta de amor, muerta de miedo, miré y estoy ciega. Mira tu pues con recelo, mira la luz que emana de ti. Mira con prudencia, pero mira…

1998

1 comentario:

  1. Me encantó en su momento y hoy, 14 años después, me sigue encantando y me sigue tocando. Hay mucha verdad en lo que dices, al menos para mi.
    Por desgracia, hoy en día, con la situación de crisis que estamos viviendo, cada vez hay más ciegos, y todos tenemos más riesgo de quedarnos ciegos. Espero que eso nunca nos ocurra. Muchos besos María.

    ResponderEliminar