miércoles, 3 de julio de 2013

... puedes

"La danza del árbol seco" - visto en Ojo Digital, autor y usuario "Goliat"




Esa muesca de la pizarra
que con la uña desprendes.
Un Diente de León en polen
que soplas y vuela al viento.
Como se le caen a un niño los dientes
se desprenden los jirones de mi anhelo.

De la pared y la pintura abierta
se desprende el color de un beso.
Como la corteza de un árbol muerto
que se separa con un sólo gesto.

De las estrellas al Lucero Vespertino,
que promete las dichas y tesoros.
De las teclas, confidentes del destino.
De las cuerdas, vibración del desahogo.

Así caen mis lamentos distendidos,
así vuelan entre nubes sueños rotos.

Cura, cuando el daño puede verse.
Cura, cuando es algo distinguido.
Cuando no te arañan las heridas de la mente,
cuando no tomas pócimas de olvido.

Tú querías ponerlo a buen recaudo,
consolar como se consuela en los consuelos.
Yo por mucho que retenga bien las partes
se resbala, roto, entre mis dedos.


Puedes, con un dedo, laminarme.
Puedes, son soplar, lanzarme al vuelo.
Que por mucho que yo cambie en las apuestas
pierdo siempre en este juego y corro un velo.




2 - julio - 2013




Vértigo




Me he subido a un columpio
que está muy alto,
ahora tengo miedo de bajar
de dar un salto.

No puedo controlar mi cuerpo,
que está ya harto
de caminar entre sueños y colinas
para caer al asfalto.

Me he subido como loca aun trampolín,
que está muy alto,
para disfrutar, creer y sonreír
y me he lanzado.

¿Cómo puedo dar lo mejor de mi
si tengo el corazón desentrenado?
¿Cómo dejar que pase sobre mí
si no se da por enterado?



20 - junio - 2013

martes, 12 de marzo de 2013

¿Hay algo que pueda hacer...?



_ ¿Hay algo que pueda hacer por ti?_ Me preguntó una voz tímidamente. 


Era una chica joven, podría haber reaccionado de otra forma pero la miré sorprendido porque no pensaba que aquel día nadie se parase a hablar conmigo. Estaba muy acostumbrado a limitarme a observar a la gente, en mi silencio, y no sabía reaccionar.


_ Perdone… ¿Puedo hacer algo por usted?_  Repitió esta vez con un toque de impaciencia pero con respeto. Llevaba una falda verde, suelta, a la altura de las rodillas. Unas sandalias de cuero atadas a unas pantorrillas flacas, un bolso grande a la cintura.


Estaba sonriendo imperceptiblemente, como si pensase que su sonrisa me ofendería. Y era un amanecer. Dudé si estaba o no hablando conmigo. Debía ser muy joven, veinte años tal vez, pero la abundante melena caoba y una extraña luz en los ojos, le daba más edad.

Por aquel entonces yo tenía casi ¿treintaiocho años? Podríamos habernos encontrado en otras circunstancias, en otra situación; en un café, en una discoteca, una biblioteca silenciosa, e incluso podríamos habernos enamorado. ¿Por qué no? Seguro, en otra situación completamente distinta.

Ella me llamaba de usted, tan viejo parecía.


_ Lamento haberle molestado_ dijo con una sonrisa perdida mientras se giraba.

_ No…_ rasgué mi voz, cansado de ser yo el único que la escuchaba, y se giró de nuevo.

_ ¿No le he molestado o no necesita nada?_ Preguntó con una sonrisa espontánea.


Debería tener menos, tal vez dieciocho o diecinueve.


_ No…_ repetí sonriendo, olvidándome del aspecto horrible que tendrían mis dientes, pensando devolverle la sonrisa_ no tienes por que llamarme de usted.

_ ¿Por qué tiene… perdón_  sonrió ampliamente, y era un mediodía_  ¿Por qué tienes una flauta tan bonita y no la tocas?


Y su pregunta realmente me sorprendió


_ Creo que nadie tiene tiempo para escucharla.


Ella sonrió de nuevo, vi en sus ojos una extraña comprensión, Una conexión en su vida y en la mía. Tal vez tuviese más, veintiuno o veintidós.


_ Si le doy dinero ¿En qué lo gastaría?


Para qué mentirla.


_ Seguramente compre un poco de hachís, una botella de ron, un paquete de tabaco o unos cigarrillos… depende ¿Cuánto me darías?


Sonrió de nuevo, pero desilusionada, un atardecer.


_ He decidido que no voy a darte dinero._ Y aún así no perdía esa extraña tranquilidad al hablar conmigo.

_ ¿Y un nombre?_ ¿Qué estaba pretendiendo? De nuevo sonreía estúpidamente a un sol que estaba apagando con mis propias palabras.


_ Tampoco voy a darte un nombre,_  no perdía la sonrisa_  tu madre ya te dio uno al nacer.

_ Entonces, ¿por qué pierdes el tiempo conmigo?


Dejó de sonreír, y era una noche profunda e indefinida en sus ojos oscuros. Su rostro se tornó serio, lleno de años acumulados.


_ ¿Por qué estás sólo?


Y era un puñal clavado en mis entrañas. Era una pregunta, una respuesta y una afirmación. Su dulzura y sinceridad comenzaron a incomodarme, no quería que se plantase delante mía a decirme verdades, a darme el sol y la noche sin yo pedírselo.

Estiré mi espalda contra la pared, rasqué con mis sucias uñas una de mis pantorrillas, delgadas, resecas y maltrechas. El calcetín ya no tenía colores, el zapato ya no tenía brillo… ni cordones.


_¿Y te detienes ante todos los tirados de la calle, a confirmarles lo solos que están?_  Ella se sintió ofendida, o dolida, pero era lo que yo quería.

_ No…- dijo dudando. Tal vez diecisiete.

_¿Entonces…?_ Dije incorporándome de medio lado, parodiando estar borracho o drogado. Quería intimidarla, asustarla. Quería que se fuese y se llevase su sol y su noche.

_Tú estás sólo, tu flauta está sola… y yo también.


No sonreía, me daba toda su noche en la profundidad de sus ojos. No se enfrentaba a un vagabundo borracho y desaliñado. No me mentía. Estaba sola. 


_ Solo quiero saber que puedo hacer por ti.


“Puedes darme tu luz eternamente”


_ Dame algo de dinero.

_ No lo haré… ven conmigo y te invito a comer.

_ No lo dices en serio_ y el sol se abrió paso de nuevo en la noche._ ¿Sabes lo que estás haciendo?

_ Si. Quiero que vengas conmigo, te invito a comer.


Tal vez veintiséis o veintisiete…





Escritos de Dublín, enero y marzo del 2000

miércoles, 27 de febrero de 2013

haikus





...
fugaz sonrisa
para alcanzar tu beso
de cerezo en flor
...



...
surge su risa
perfilando la tierra,
la luna golfa
...



...
pierde la noche
dominio frente al sol,
cálidos días
...



...
respiración
del velo de tu abrazo,
mi piel es tuya
...




Haiku; Un Haiku es un poema tradicional japonés muy breve, de tres versos de 5, 7 y 5 moras respectivamente. La mora es una unidad que mide el peso silábico, comúnmente se sustituyen las moras sílabas cuando se traducen o componen en otras lenguas. En un breve haiku se refleja el asombro al contemplar la naturaleza y la sensación del paso del tiempo.

perdedora




Hoy soy esclava de la melancolía,
me tiene arrastrada, dolida.
Hoy sueño con versos,
soy mendiga,
soy la sombra de mi día a día.

Hoy quiero que mi alma se ahogue
en los mares de mis mentiras,
para que ignore los envites
y las cornadas de la vida.

Que sea inmune a tu aliento
y a los ojos que me miran,
quiero que me gane la suerte,
que me cansa su partida.

Hoy estoy floja de razones
que la risa no me invita
si son todo nubarrones
del calor que tu limitas.



22-5-2009

en desvaríos





y nos rascamos muy mocos los mocos
inconscientes de nuestras rarezas,
¿conoces lo profundo de lo sucio
que oculta el juego de la realeza?

salpicamos de vergüenzas a lo ajeno
sin menospreciar lo que digan los bardos.
embriagué de mi amor al mensajero
¿quién bailó en mis brazos sueños largos?

no me pidas que finja en mi suerte
pa justicar, niño lindo, que aquí hay cardos,
que tus pegas ponen freno a mi poniente
y mi corazón ya no aguanta más letargos...




27-03-2009

ráfaga de poemas cortos...


... rescatados de mi adolescencia.



No controlo ni siento,
 es sólo por el odio.
Es mi eterna venganza,
romperá para siempre la alianza
hasta que al fin se funda en el infierno.
Reservo para ti un odio eterno
en el que no hay sentimiento,
en mi no habrá perdón, 
te lo digo y no miento.

(1992)

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Sola recuerdo su muerte, 
bendita sea la calma
que no descansó mi alma
hasta ver su cuerpo inerte...

(1994)


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Oscuridad, siente el horror
mira a mis ojos con pavor.
Oye gritos y alabanzas
siente el calor de las lanzas
mientras grito mis venganzas
¿Aún no sientes el terror?
Oscuridad, siente el horror
mira a mis ojos con pavor.

(1995)


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No puedo pensar ni reaccionar;
mis letras no tienen sentido
y sólo por amor escribo
lo que mi cuerpo no puede gritar.

(1995)




lunes, 21 de enero de 2013

La Dama y el Alquimista



(John Collier - Priestess of Delphi - 1891)



_ Quiero una poción para olvidar,
¿qué tiene?

_ Deje que pregunte de verdad,
¿qué quiere?

_ Tan sólo dejar de recordar
 le pido.
Tan sólo que pase el vendaval,
que viene.
Quiero una poción para olvidar
tan suave,
que no la note mucho al despertar,
ya sabe.
Que tan sólo elimine lo esencial,
el culpable,
el alimento que prodiga en este mal,
mi enjambre.

_ Ha venido entonces a buen sitio,
aún entienda
que no hay tarea sencilla
en su enmienda.
Pase y cuénteme bien los detalles,
así afino.
Veamos qué ingredientes tiene
su destino.








20-01-2013, 9:00 am

domingo, 20 de enero de 2013

Fairy failure


Y perdí los polvos de hadas,
me perdí como en un huracán.
No encontré la estrella indicada,
no llegaba a Nunca Jamás

Me sentí sin pensamientos bonitos,
no encontré forma de volar.
Se perdió el hilo de lo infinito,
en el ojo de un huracán.

Me pasó lo que nos pasa a las hadas
que pensamos sabemos volar,
si olvidamos que sólo nosotras
creamos lo que nos hace capaz.

Pero no tengo las alas rotas,
no voy errada.
No he cometido el fallo de un hada.








poema incompleto.
madrugada 22/23-11-2012






de reencuentros





Cuando se apaguen las estrellas.
Cuando la Luna ilumine al Sol
y las almas perdidas se encuentren. 
Allá donde el cielo se funde con la tierra,
te estaré esperando.

Cuando camine entre las sombras.
Cuando el infierno sea un cielo para todos
y tus lágrimas no se confundan con las mías,
te estaré esperando.

Cuando mires con los ojos de tu alma.
Cuando la duda que te ciega caiga ardiendo.
Donde jamás han llegado los sueños,
te estaré esperando.

Cuando el viento se lleve las cenizas.
Cuando todas las heridas cicatricen
y se pierdan como sombras en la noche;
las almas reemprenderán su camino
y estaré contigo.





mayo 1997