miércoles, 8 de noviembre de 2017

Campos segados




Peleo conmigo misma a diario,
para no escribirte, 
para no pensarte,
para no ser tan consciente 
de que existes.
Para pasar este trago inaguantable.

Como el que deja un vicio,
como el que piensa
que se puede respirar sin aire.

Peleo conmigo misma y voy ganando,
poco  poco la victoria está segura
aunque no sé muy bien cuál es mi bando,
aunque no sé muy bien cual es la cura.

¿Qué siente un vaso ya vacío
cando sabe que alguien lo había llenado?

¿Qué sabe la marea de lo que retira
cuando alguien deja en la arena algo olvidado?

¿Qué hay de los campos que se siegan
si los despoja de sus frutos ya crecidos
la misma mano que antes los había sembrado?
La misma mano que los trabajó con mimo. 




16/8/17